Estamos en el siglo XXI en el que parece no importar cómo vistes, cómo caminas ni hasta cómo escribes. Muchas veces replicamos información y compartimos diferentes contenidos sin dedicarle un poco más de tiempo a algo sencillo, pero súper importante: la ortografía.
El escritor y corrector de estilo, Francisco Rodríguez Criado, afirma, y no está nada equivocado, “para muchas personas la buena ortografía no ha sido nunca una prioridad” y, así mismo, nos cuestiona al preguntarnos si creemos que una persona que recibe nuestro MSN o Whatsapp merece que le escribamos con mala ortografía, independiente de que sea un amigo, familiar o conocido, ahora bien ¿qué tan buena es nuestra ortografía?
Hay errores en la vida que sencillamente pasan y se olvidan, «Las personas ven sus mensajes a corto plazo como efímeros, pero la verdad es que una de las características de internet es que las cosas se quedan ahí para siempre, así que no importa cuántos años transcurran, la gente los seguirá leyendo«, advierte Simon Horobin, profesor de inglés y literatura en la Universidad de Oxford.
Un claro ejemplo de ello son los “recuerdos” de Facebook, y acá es cuando muchos nos sonrojamos, cubrimos nuestra cara y decimos: ¡Oh por Dios, no pude haber escrito esto así!, ahora imagina que la misma situación se presente dentro de una década, y te des cuenta que cometiste muchos errores de ortografía en una carta dirigida a un ser querido, o en el currículum que entregaste para acceder a un trabajo, o incluso en una petición importante a determinada entidad, y es que lo que escribimos, y el cómo lo escribimos, se convierte, queramos o no, en nuestra carta de presentación.
El periodista Pablo Zulaica Parra nos deja una frase que debería ser un himno: “Nadie va a morir de ortografía, ni de educación, pero la ortografía es un reflejo de la educación y la educación está detrás de todos los problemas. Escribir bien significa respeto al interlocutor, a quien le estás hablando, a quien le diriges tu mensaje. La ortografía no es la perfección ni una falta ni dos ni ninguna. La ortografía es una actitud”. De igual forma el columnista y escritor de la BBC, Lennox Morrison, menciona en su columna: La verdadera importancia de tener buena ortografía “Estos pequeños errores no solo tienen el poder de hacernos ver menos inteligentes de lo que somos: una mala escritura también puede crear confusión, poca claridad y falta de coherencia”.
¿Entonces, qué debemos hacer para mejorar de una vez por todas nuestra ortografía?
Aquí te compartimos una lista de consejos de la experta en aprendizaje Grace Fleming, sumados a algunos de los resultados de diferentes investigaciones sobre el tema.
1. Adquiere el hábito de la lectura, mínimo 15 minutos al día
2. Pon atención en todo lo que escribes, enfócate.
3. Escribe con tiempo suficiente, escribir a las carreras puede propiciar más errores.
4. Lee al menos dos veces lo que escribes, antes de enviarlo
5. Estudia las reglas ortográficas dictadas por la Real Academia Española para hacer el uso correcto de la ortografía y de la Fundación del español urgente -Fundeu-.
6. Usa herramientas adicionales como correctores ortográficos.
7. Si tienes dudas, enseña el documento a un amigo para validarlo.
8. Chatea evitando al máximo cometer errores de ortografía. Ante la duda, consulta.
9. Practica constantemente la escritura
10. Crea un listado de palabras que te generen dificultad, busca su significado y sinónimos..
11. Cada vez que aprendas una nueva palabra, busca su significado y crea un listado con tu nuevo léxico.
12. Di las palabras en voz alta, para revisar si su pronunciación y escritura son correctas.
13. Estudia el origen de las palabras, así comprenderás mejor su significado y contexto
14. Memoriza los conjuntos de palabras especiales.
15. Lee y subraya con un lápiz.
16. Practica con test de ortografía.
17. Divide la palabra en sílabas para que su escritura sea más fácil.
18. Ten a la mano un diccionario.
Y, como dice Horobin: «Es mejor asegurarse del uso correcto del idioma y parecer un poco quisquilloso y anticuado, que tratar de parecer más relajado y terminar molestando a todo el mundo por todos los errores básicos que cometiste»
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